En menos de dos días Líbano fue escenario de un suceso sin precedentes: miles de beepers y walkie-talkies explotaron simultáneamente por todo el país dejando una treintena de fallecidos y alrededor de 3.000 heridos, según las autoridades locales.
Los dispositivos móviles eran usados por miembros del grupo armado Hezbolá para comunicarse entre ellos. Pese a que nadie se ha responsabilizado de lo ocurrido, desde el gobierno de Beirut y desde la organización islamista apuntaron inmediatamente a Israel y en particular a su agencia de inteligencia: el Mossad.
Una tesis de la que funcionarios de gobiernos occidentales se han hecho eco también.
El diario estadounidense The New York Times asegura que la operación se habría orquestado desde el gobierno israelí, cuyos espías habrían intervenido los aparatos encargados por Hezbolá y logrado introducirles explosivos antes de su llegada al país.
Desde Israel, entre tanto, guardan silencio.
«El Mossad es la agencia de inteligencia exterior de Israel, en líneas generales es el equivalente a la CIA de Estados Unidos o el MI6 de Reino Unido, pero con un mandato mucho más amplio», explicó Frank Gardner, corresponsal de Seguridad de la BBC.
El Mossad, cuyo nombre oficial es Instituto de Inteligencia y Operaciones Especiales, fue constituido en 1949, apenas meses después de la creación del propio Estado de Israel por David Ben-Gurión, el primer gobernante del país.
La misión del organismo es «reunir inteligencia, frustrar amenazas y garantizar la seguridad del Estado de Israel y el pueblo judío», se lee en su sitio web.
Y se estableció que, para conseguir ese objetivo, «contará con los mejores de todos los niveles de la sociedad, quienes deberán conducir con coraje, sabiduría y astucia la actividad secreta en el extranjero».
El secretismo alrededor del organismo era tal que hasta la década de 1990 los nombres de sus máximas autoridades no se hacían públicos hasta que concluyeran sus mandatos, recordó Danny Yatom, quien fue el primer director del organismo cuya identidad se reveló mientras estaba en el cargo.
Pese a que el Mossad es hoy el organismo de inteligencia de Israel más conocido internacionalmente, no es el único. El país también cuenta con el Shin Bet, servicio de seguridad interna; y con el Directorio de Inteligencia Militar (AMAN, por sus siglas en hebreo).
A diferencia de la CIA y el MI6, la agencia juega un papel fundamental en la diplomacia israelí y en particular en la normalización de las relaciones con los países de mayoría musulmana.
«La mejora de las relaciones con Marruecos y los demás países del norte de África (…) estaba encabezada por el Mossad», confirmó Yatom en una entrevista a la publicación Le Grand Continent.
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